SALIDA
La fragancia se abre con cítricos vigorizantes que estimulan los sentidos, con una enérgica fusión de naranja sanguina chispeante y limón de Sicilia exprimido. Su efervescencia está matizada por un toque fresco de bayas de enebro.
CORAZÓN
Estas notas, calentadas por acentos ambarinos de salvia sclarea con geranio vigorizante y lavandín reconfortante, están matizadas por una pizca deslumbrante de esencia de pimiento especiado, un ingrediente raramente utilizado en perfumería, que aporta un toque de calidez, animando el corazón de la fragancia y amplificando su energía masculina.
FONDO
En el fondo, la fragancia revela maderas cálidas, con un cedro sensual que emerge junto al vetiver terroso, antes de ceder el paso a la dulzura especiada del pachulí. Magnética y singularmente masculina, la fragancia refleja e intensifica el carisma innato de un rey contemporáneo.
EL DISEÑO
El frasco geométrico tallado está equilibrado en la parte superior por una corona de una maestría compleja. Cada tapón es único, elaborado a mano. La corona se cubre con partículas de oro de 24 quilates y luego se envejece individualmente con una pátina especial. Sobre el frasco, la letra K coronada evoca el símbolo tradicional de la realeza, pero con una sencillez audaz, sorprendentemente contemporánea.
Las imágenes son meramente ilustrativas