Una fragancia oriental, fresca y afrutada, sonriente y radiante.
Es la huella olfativa de una personalidad resplandeciente. Una fragancia facetada como una joya, que reinterpreta en un registro afrutado e intensamente luminoso los ingredientes esenciales de Mon Guerlain: lavanda, jazmín Sambac, vainilla Tahihensis y sándalo. Un acorde de pera insufla una apertura alegre a esta composición. Una sonrisa irresistible... Chispeante y desenfadada, funde sus acentos afrutados en un corazón floral contrastado, donde la frescura de la lavanda matiza los acentos solares del jazmín. Además, la lavanda aporta su delicioso perfume: situada dentro de las notas amaderadas y cremosas del sándalo, deja una estela oriental tierna y sensual.
Una estela cautivadora de encanto magnético.
Las imágenes son meramente ilustrativas