La nota refrescante que se percibe en el primer contacto proviene de la refinada mezcla de mandarina, bergamota y naranja. Este agradable preludio desemboca inmediatamente en el acorde aromático de lavanda, bayas de enebro, albahaca y anís estrellado. Evoluciona a una fina nota de corazón en la que la delicadeza de las flores de loto y del azahar se mezcla seductoramente con el picante del jengibre. Son las sutiles notas amaderadas y balsámicas, acompañadas por el lujoso sándalo, el suntuoso benjuí y el almizcle blanco, las que son responsables de la sensualidad duradera de esta fragancia.
Familia olfativa: Aromática-Fougère
Las imágenes son meramente ilustrativas